
La empresa puede ver una oportunidad de hacer una campaña de relaciones públicas barata y muy eficaz a través de internet, pero ha de saber que el envío de noticias desde la propia página o la creación de falsas identidades para “automenearse” (conocido como astroturfing, descubro en artículo) están penalizados. El control se realiza a través de la dirección IP (que es como el DNI de nuestro ordenador cuando se conecta a internet). Pero más allá de eso, hay que ser consciente de que en la red todo se acaba sabiendo. Como dice Enrique:
“Las cosas, en la red, dejan huella, y siempre hay ya no uno, sino cientos de ojos mirando. (…) En el mundo real puedes dedicarte a salir por la noche con un spray y ensuciar las paredes con pintadas si quieres. Pero eso mismo, en la red, suele dejar más huellas. (…) La red es lo que tiene: es como el mar. Arroja en él cosas buenas, y te traerá normalmente cosas buenas. Tira porquería, y te devolverá porquería. En la red, todo se sabe.”
Pues eso. Así que ojito con lo que hacemos en internet.





